¿Qué podría aprender un ingeniero industrial del arte? ¿Qué podría aportar a la gestión empresarial la comprensión de los principios y los procesos de creación artística?
Tal vez, la primera respuesta que podría venir a nuestra mente, dadas las diferencias entre la ingeniería, la administración y el arte, es que no se podrían derivar lecciones importantes del análisis del arte y de los procesos de creación artística que sean aplicables en la práctica cotidiana de la ingeniería industrial y la administración, especialmente en un área tan consolidada como la gestión de la calidad. Aunque, por el contrario, desde la ingeniería industrial y la administración es posible pensar en la aplicación de diversas técnicas para “estandarizar” los procesos artísticos y “monetizar” los productos de la creación artística; de hecho, el surgimiento de la denominada “economía naranja” es una muestra de ello.